¡Sí!
Ud. vivirá para siempre. La pregunta es–¿dónde?
Puede estar en el cielo–¡Ud. lo decide!
Los Muertos Resusitarán
Dios levantará a su cuerpo muerto de la tumba. Juan lo vio en una visión y escribió: “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él... Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él... y fueron juzgados cada uno según sus obras... Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego”. (Apocalipsis 20:11-15).
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.” (Hebreos 9:27).
El Juez Un Hombre
El juez será un Hombre. Él también estuvo muerto. Su cuerpo estuvo en la tumba. Está vivo hoy en el mismo cuerpo de carne y hueso que fue clavado a la cruz. Él es Él hijo amado de Dios quien murió la muerte horrible agonizante en el Calvario para “por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.” Él sufrió, “el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.” Ahora como el hombre resucitado, Él “puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios” (Hebreos 7:25).
Si Cristo No Resucitó
Si el Hijo de Dios ahora no está a la mano derecha del Padre en el mismo cuerpo material de carne y huesos que fue puesto en la tumba, entonces la raza de Adán debe perecer bajo el juicio de Dios.
Sin embargo, tenemos el testimonio de nuestro Señor mismo, del Espíritu Santo por medio de los discípulos, y de Esteban, Pablo y Juan que es “Jesús mismo” quien es sentado a la mano derecha de la Majestad en alto hoy en día. Dios ha exaltado a la mano derecha aquella misma carne, Jesús, quien los hombres humillaron por clavarlo a un madero.
Él es el Juez de todo escogido por Dios, y llamará de las tumbas ambos salvos e incrédulos en sus tiempos señalados.
El Señor Jesús vivo es la garantía que todos resucitarán de los muertos. “Pero Dios... manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.” (Hechos 17:30-31).
El Juicio
En esta hora terrible de juicio, Ud. estará de pie ante el Hombre viviente, el Hombre herido del Calvario-los heridos que Él recibió para proveer la redención eterna para Ud. Él revelará su expediente, descubrir su pecado. Él no se equivocará. Él no ofrecerá misericordia, no aceptará excusas. No podrá apelar a un tribunal más alto. Ud. estará de pie ante el Juez Supremo de toda la humanidad para recibir la ira justa de un Dios enojado.
La Salida
No necesita Ud. enfrentar a este horrible juicio. Ud. no tiene que estar perdido para siempre. No, porque este Hombre no solamente es juez de todos los que rechazan a Él, Él es también el Salvador, el camino al Cielo, el camino fuera del juicio para todos los que reciban a Él. Él dijo, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6) “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).
Su parte es admitir que Ud. está perdido, un pecador impotente y recibirle como su Señor y Salvador. “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
Ahora lea Ud. esto: Nuestro Señor dijo, “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
Si Ud. “oyere”-quiere decir, hacer caso-a Jesucristo, recibirlo, confiar en el como su Señor y Salvador, UD. RECIBIRÁ LA VIDA ETERNA AHORA MISMO.