ESO DEPENDE DE CÓMO MURIERON.
Puedes morir “en el Señor” (Revelación 14:13) o “en vuestro pecado” (Juan 8:21).
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso...” (Jeremías 17:9).
Naciste con una naturaleza pecaminosa. No eres pecador porque pecas; pecas porque eres un pecador.
“Porque la paga del pecado es la muerte...” (Romanos 6:23). Esto significa la separación eterna de Dios.
“Empero a los temerosos, e incrédulos; a los abominables, y homicidas; y a los fornicarios, y hechiceros; y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” (Revelación 21: 8).
¡Buenas noticias! ¡El Hijo de Dios murió para pagar la paga! “Mas Dios encarece su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, siendo ahora justificados por su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:8-9).
Ahora Él vive y está sentado en el Cielo. “…habiendo hecho la purificación de nuestros pecados por sí mismo, [Él] se asentó a la diestra de la majestad en las alturas”
(Hebreos 1:3).
El perdón, la paz, la esperanza y la vida eterna están EN ÉL. “En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados...” (Efesios 1:7). “... esta vida está en su Hijo” (1 Juan 5:11).
No puedes borrar un pecado de tu registro, pero ÉL los lavará todos en el momento en que Lo recibas como tu Señor y Salvador. “A todos los que le recibieron, les dio potestad [el derecho] de ser hechos hijos de Dios...” (Juan 1:12).
Dios te ve “en tus pecados”, no apto para el Cielo. “No entrará jamás en ella ninguna cosa que contamina...” (Revelación 21:27).
Morir en tus pecados significa que mueres sin perdón, sin limpieza, sin esperanza. Mueres bajo el juicio y la pena de muerte.
“...en vuestro pecado moriréis”, dijo el Señor y, “a donde yo voy, vosotros no podéis venir” (Juan 8:21). ¡Morir en tus pecados significa que pierdes el Cielo! Sin embargo, esto también significa que si NO mueres en tus pecados, ¡irás a estar con Él!
Cuando recibes al Señor Jesús y confías en Él para perdonar tus pecados y salvarte, Dios te saca de
tus pecados y te coloca “en Cristo”.
“De él empero sois vosotros en Cristo Jesús...” (1 Corintios 1:30). Dios ya no te mira en tus pecados. ¡Ahora Él te ve en Su Hijo! Todo - la maravillosa perfección, la santidad perfecta y la justicia inmaculada de Cristo - es tuyo.
Así que recibe al Señor Jesús ahora. “En Cristo”, puedes morir sin miedo, sabiendo que “ausentarnos del cuerpo, [es] estar presentes con el Señor” (2 Corintios 5:8).
El Señor no está en la tumba. ¡Él está en el Cielo!
Pablo fue al Paraíso, en el tercer Cielo. Debe haber sido maravilloso más allá de toda imaginación, porque él quería morir y volver otra vez! (Ver 2 Corintios 12:2-4).
Él dijo: “...teniendo deseo de partir [morir], y estar con Cristo, que es mucho mejor” (Filipenses 1:23).
¿Dónde están entonces los muertos? Aquellos que murieron en sus pecados están con el hombre rico en el infierno. (Véase Lucas 16.)
Los que murieron en el Señor están con Él en el Paraíso.
“Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez; y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Si murieras hoy, ¿CÓMO morirías?
Ven A Cristo ahora. ¡Entonces puedes morir EN Cristo e ir a estar CON Cristo! Solo dile que Lo recibes ahora.
Me doy cuenta de que soy un pecador. Sé que necesito al Señor Jesucristo. Creo que Él murió y resucitó por mí. Lo recibo sinceramente por fe como mi Señor y Salvador. Tomo el don de Dios que es la vida eterna en Jesucristo el Señor. Cuando tenga la oportunidad, con la ayuda de Dios Lo confesaré ante los demás.
Dile al Señor Jesucristo que lo recibes ahora. Contáctanos a continuación. Se enviará literatura para ayudarte a saber cómo vivir una vida cristiana piadosa, consistente, alegre y fructífera.